viernes, 7 de septiembre de 2007

Calle San Martín con Enrique Palacios


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pregunto yo ¿sabe alguien cuando se abrió la calle Enrique Palacios hacia la Plaza?, en esta foto todavía no está.
También quiero saber si en esa esquina que supongo será lo que después fue la casa Tejero, funcionaba la Botica La Salud, porque hay un letrero que lo parece

Anónimo dijo...

La foto está tomada desde la cuadra 7 de la calle San Martín, y muestra la cuadra 6 de esa vía. A la izquierda aparece una casa de dos pisos, en cuyo segundo piso vivieron mis tíos (de cariño) Boby y Amada Bel; y si se mira con detenimiento se verá que de allí hacia la izquierda de la foto sale el pasaje Cortés, dode estaba el restaurant Bolívar; una de las dos puertas del restaurant Delicias (las esposas de los dos dueños de estos restaurantes eran las hermanas señoras Olaya); y -ya llegando a la Plaza de Armas- el Chifa Man On, de la familia Luy.
Volviendo a la calle San Martín, se aprecia que en esta foto todavía no aparece el pasaje Enrique Palacios, que va de la calle San Martín (en la esquina de el "Tokio", cuyos chumbeques todos recordamos como los mejores del mundo)a la Plaza de Armas. El hecho de que esa primera cuadra se llame "Pasaje Enrique Palacios" y no "calle" como el resto de la vía, me hace pensar que el pasaje fue abierto después de que se tomó esta foto, para dar paso a una vía que una la Plaza de Armas con la Plazuela Grau y la estación del tren. Más aún, este pasaje E. Palacios no coincide con las esquinas de la Plaza de Armas, ya que esa coincidencia sí ocurre con el Pasaje Cortés y no con el pasaje Palacios. Es por ello que entre ambos pasajes mencionados se formó una manzana chiquita, con el Delicias (hum... sus anticuchos) de dos puertas hacia ambas vías, y en la San Martín sólo la tienda Singer y en la Plaza sólo la zapatería Bata.
En cuanto al letrero que comenta mi hermana Ampari y que dice "Botica L..." sobre lo que después fue la casa de mis tíos (de verdad) Tejero Cruz, parece, en efecto, tratarse de un primer local de la Botica La Salud, de don Vicente Requejo, quien después construyó en esa misma manzana -pero al centro de la cuadra 7 de San Martín- una edificación muy bella y de gran calidad, en cuyo primer piso funcionó la Botica, y en el segundo vivió el dueño. Me dicen que ahora esta edificación está muy venida a menos; valdría la pena que sea declarada inmueble de interés arquitectónico, si es que aún no se ha hecho así, porque se trata de una de las mejores edificaciones de Sullana a inicios del s. XX, vinculada a don Vicente, la señora Joaquina y sobre todo a Juan Vicente Requejo, uno de los sullaneros destacados de estos tiempos.